La quinta donde se ubica La Juana, cuenta con más de 100 años de historia; siendo el lugar elegido para la instalación de un monasterio Benedictino, donde los monjes se dedicaban a la producción y elaboración de sidra para su venta.
Un emprendimiento familiar, con la idea de hacer conocer y disfrutar de este paraíso natural, tan cerca pero distinto a la ciudad. A su vez ayudar a la concientización y conservación del ecosistema en el que está inmerso.